No se quiere contagiar

Ganó Nalbandian y es noticia. El cordobés derrotó 7-6 (7-4) y 6-1 al español David Ferrer y avanzó a la tercera ronda del Masters Series de Canadá, que este año se juega en Montreal (alterna la sede con Toronto). En la próxima fase tendrá un duro compromiso ante el serbio Novak Djokovic, cuarto en el ranking mundial y una de las grandes revelaciones del año.

El triunfo cobra mayor resonancia si se repasa el momento que atraviesa el hombre de Unquillo. Las estadísticas reflejan algunas aristas de su presente, oscuro como nunca pero con señales positivas, esperando no convertirse en otro Coria o Gaudio...

Nalbandian acumula con éste 16 triunfos en lo que va del año, pero es la primera vez en la temporada que vence a un top 20 (Ferrer está 16°). Además, su 26° puesto en el escalafón lo convierte en el cuarto argentino de la lista (detrás de Cañas, Chela y Mónaco) y representa su ubicación más baja en los últimos años, desde que en el 2002 llegó a la final de Wimbledon y se metió por primera vez en su carrera entre los primeros 30 del mundo.

Ahora que anda en la mala, lo importante es no bajar los brazos. Con Martín Jaite como nuevo entrenador, tendrá que levantar su nivel para volver al lugar que corresponde a su potencial. Antes de fin de año tendrá que defender 400 puntos en los torneos grandes (Masters Series y el US Open) y 120 unidades más, pero tendrá que lograr muchos triunfos más si quiere subir.

Mucho se ha hablado acerca del compromiso y la responsabilidad del Rey David para con el tenis --hasta Federer dijo que se había perdido la chance de ser el número 1--, pero lo cierto es que se nota a la legua que Nalbandian siempre disfrutó de su vida, dentro y fuera de la cancha. Ojalá pueda coordinar eso con el gran nivel tenístico al que alguna vez nos tuvo acostumbrados. El triunfo de hoy puede ser un gran comienzo y hay una señal alentadora: Federer viene por el otro lado del cuadro...