Toda esta gente pasó por acá

viernes, 26 de octubre de 2007

La última noticia

Algunos se sorprenderán al leer estas líneas y otros seguramente ya lo estaban imaginando al ver que las actualizaciones no llegaban. Me costó mucho tomar la decisión, pero el objetivo de este post es comunicarles a todos ustedes que Una Noticia por Día suspende sus actividades por tiempo indeterminado.
Razones hay muchas, pero a la vez no hay ninguna. Dicen que los éxitos hay que abandonarlos antes de que dejen de serlo, pero como esto nunca fue un éxito eso no aplica. La cuestión es que una combinación de pequeños detalles me llevó a la conclusión de que había que parar.
Quiero agradecer a todos y a cada uno de los que colaboraron con la página. A los que aportaron ideas, a los que facilitaron datos, a los que ayudaron a difundirla, a los que dieron una mano con el soporte técnico, a Horacio Elizondo (el único entrevistado del sitio hasta el momento) y a todos los que hicieron el aguante entrando a leer y dejando sus comentarios (2.269 al momento de escribir esto).
¿Es un cierre definitivo? No creo, porque todavía no me fui y ya estoy extrañando. ¿Hay fecha de regreso? No, es imposible saberlo, podría ser en un par de días (difícil), en unos meses o hasta en unos años. Incluso el proyecto podría continuar sin mí, conozco unos cuantos amigos-colegas que podrían llevar esto adelante igual o mejor que yo. Pero no es tiempo de pensar en eso ahora.
Ahora es tiempo de despedirse, volver a agradecer y pedirles un último favor, como para medir realmente el alcance que tuvo este capricho de un periodista deportivo (ex) desocupado. Me gustaría que dejen sus comentarios o manden mails a unanoticiapordia@gmail.com para contar si es que Una Noticia por Día tuvo algún impacto en sus vidas, o si alguna vez entrar a la página les sirvió para algo.
Sin nada más que decir por el momento, los saludo cordialmente. Será hasta la próxima... sea cuando sea. Salud!

lunes, 22 de octubre de 2007

Editorial por una previa en paz


San Lorenzo le ganó 2-1 a Independiente y dejó a Lanús como único puntero de una tabla de posiciones que se parece cada vez más a un acordeón. Se llevan jugadas 14 fechas (casi el 75% del torneo) y casi todos los equipos tienen chances matemáticas de consagrarse. Grandes, medianos, chicos, nadie se quiere bajar de la pelea.
El menú de la próxima jornada es variado y prometedor: clásicos de barrio (San Lorenzo-Huracán), de ciudad (Gimnasia-Estudiantes), grandes contra grandes (Boca-Racing y River-Independiente) y un duelo que en otras circunstancias pasaría desapercibido, pero en este caso tiene nada menos que la punta en juego: Lanús-Tigre.
Ahora, hay un problema: el próximo domingo el pueblo argentino elegirá a su próximo presidente/a (no hay mucho que elegir, ya se sabe quién va a ganar). ¿Qué quiere decir esto? Que la fecha 15 se va a disputar recién el próximo fin de semana. ¿Y cuál es el inconveniente?
Salta a la vista el conflicto: ¡¡dos semanas de previa!! Quince días conjeturando sobre las posibles formaciones, hablando con tooodos los protagonistas, imaginando supuestos escenarios, reviviendo viejas imágenes de viejos enfrentamientos... Ya quedó demostrado en numerosas ocasiones (el Mundial 2006 a la cabeza) que cuando la cantidad de horas al aire es mayor que la recomendada, la calidad del producto desciende notoriamente, hasta el nivel de la vergüenza ajena en algunos casos.
Por eso, desde Una Noticia por Día hacemos un llamado a todos los colegas periodistas: tengamos una previa en paz, sin masacrar al buen gusto, ni mancillar las buenas costumbres, ni acribillar la creatividad y el talento periodístico. Los televidentes, lectores y radioescuchas estaremos más que agradecidos.
Desde ya, pueden opinar sobre la cusetión dejando sus comentarios o mandando mails a unanoticiapordia@gmail.com.

domingo, 21 de octubre de 2007

Kimi lo ganó de arremetida


Estaba todo listo para que Lewis Hamilton, puntero con 107 unidades, se convirtiera en el primer debutante campeón de la Fórmula. Su compañero de equipo en Mc Laren, el español Fernando Alonso, estaba segundo con 103 y quería arruinarle la fiesta para consagrarse tricampeón. Nadie daba dos mangos por un rubio nacido en Finlandia, que con 100 unidades necesitaba de casi un milagro para festejar.


Pero Kimi Raikkonen tenía otros planes: fue el ganador del Gran Premio de Brasil y se consagró campeón de la temporada 2007 con 110 puntos, uno más que los dos McLaren. Tan cerrada fue la definición que Kimi no pudo festejar ni siquiera después de llegar: tuvo que esperar a que se confirmara el 3° puesto del asturiano y el 7° lugar del inglés para poder respirar aliviado.
El título es un premio para el piloto de Ferrari, que lejos de las peleas de vedettes de sus contricantes, mantuvo el perfil bajo y nunca bajó los brazos. A pesar de un comienzo de año negativo (sólo tenía 3 podios en las primeras 7 carreras), aceleró a fondo y ganó tres de las últimas cuatro (Bélgica, China y la de hoy). Hasta ese momento, estaba a 15 puntos de Alonso y a 18 de Hamilton. Muy lejos para todos, menos para él...
En la carrera decisiva, largó tercero y de a poquito se acomodó en la punta. Su compañero Felipe Massa (cuarto en el campeonato) le hizo de escudo para frenar a Alonso; Hamilton, por su parte, padeció sus propios errores y los del auto, llegó a quedar 18° y se acordó muy tarde de remontar.
Festejo (moderado, por cierto) para Raikkonen en su primer año en Ferrari. En sus seis campañas anteriores, había cosechado dos subcampeonatos pero la suerte le había sido esquiva a la hora de la definición. Hoy por fin pudo festejar...
Tan, pero tan cerrada fue la definición que aún después del final seguían las dudas. Se especuló con una sanción para Rosberg, Kubica y Heidfeld por irregularidades en la temperatura del combustible utilizado. De prosperar esta sanción, el título hubiera correspondido a Hamilton, pero al cierre de esta edición todo parecía indicar que se mantenían los resultados.
Aunque, con todo lo que pasó en esta temporada, yo no me animo a arriesgar nada...

sábado, 20 de octubre de 2007

Los mata bien muertos

Te dije que si seguías así ibas a tener tu lugar en Una Noticia por Día, era sólo cuestión de tiempo...

David Nalbandian sigue adelante con su semana mágica en el Masters Series de Madrid. Luego de despachar ayer a Rafael Nadal, número dos del mundo, hoy se cargó al serbio Novak Djokovic, 3º en el ranking y máxima revelación de la temporada. Fue 6-4 y 7-6 (7-4) para avanzar por cuarta vez en su carrera a la final de un torneo de esta categoría (la más importante después de los Grand Slams).

Golpeó en los momentos importantes y se llevó una victoria importantísima ante un rival que lo había vencido en el único enfrentamiento previo entre ambos. El acceso a la final llega justo para el cordobés: en esta temporada no había alcanzado semifinales (sólo una vez había llegado a cuartos) y unos cuantos estaban dudando de sus condiciones... y de su compromiso.

Sin embargo, evidentemente el unquillense tiene algo especial con este torneo: tiene un récord histórico de 20-4 y se metió entre los cuatro mejores en todas sus participaciones salvo en la primera. Jugando un tenis de alto nivel, sufriendo demasiado en más de una ocasión (Berdych casi lo deja afuera), Nalbandian logró su mejor resultado del año... y no se detiene.

Mañana chocará en el partido decisivo con Roger Federer, verdugo de Guillermo Cañas (compañero de Nalbi en dobles, hoy perdieron la semi contra los gemelos Bryan) en octavos de final. Será la 15ª vez que se midan: el suizo aventaja el duelo por 8-6, luego de haber perdido los primeros 5. Un dato a favor de David: la única vez que se enfrentaron en una final fue en el Masters 2005, con victoria albiceleste.

En caso de obtener el sexto título de su carrera, el Gordo se convertirá en el segundo jugador del año en bajar a los tres primeros del ranking en la misma semana. ¿El otro? Su vencido de hoy, en el Masters Series de Canadá, con triunfos sobre Roddick, Nadal y Federer. El anterior había sido Boris Becker en 1994, en Suecia.

Así las cosas, a pocos días del regreso al circuito de Guillermo Coria, otra buena noticia para el tenis argentino: David Nalbandian volvió a demostrar que es uno de los pocos, sino el único, capaz de jugarle mano a mano a los mejores... y ganarles.

viernes, 19 de octubre de 2007

Otra vez será, Francia


¡Pobre David! Me llamó hoy a la tarde y me dijo: "¿Me viste, no? Le pasé el trapo al fanfarrón ese de la vinchita, me merezco que escribas sobre mí". Al rato me llamó el colorado Vancsik, puntero del Abierto de Portugal, y me pidió por favor: "Dale, Placen, mirá que la estoy rompiendo, eh!". La verdad, los dos habían hecho méritos, pero esto es Una Noticia por Día y hoy hubo unos muchachos que se robaron la escena...
No contentos con haber humillado al local en el partido inaugural, de ganar invictos el grupo D la muerte y de superar a Escocia para meterse en semifinales por primera vez, Los Pumas cerraron su mejor Mundial de la historia con un broche de oro, o mejor dicho de bronce: vencieron 34-10 a Francia en el partido por el tercer puesto y mañana tendrán el orgullo de subirse al podio tras la final entre Sudáfrica e Inglaterra.
Nunca antes le habían marcado tantos tries a los galos (fueron cinco hoy), ni les habían anotado tantos puntos ni les habían sacado tanta diferencia. Como para demostrar también en los números (en el juego ya estaba claro hace rato) que merecen sumarse a alguna de las competencias anuales de elite, el Tres o el Seis Naciones.
El partido arrancó complicado, con un combinado francés que estaba decidido a llevarse por delante a los dirigidos por Loffreda. Pasaron al frente con un penal, pero Argentina logró empatar a través de Contepomi y fue el propio Felipe quien marcó y convirtió un try en la primera aproximación al ingoal.
Cuando Francia todavía estaba recuperándose del golpe, Vernet Basualdo recuperó una pelota crucial tras un intento de drop de Hernández que pegó en el palo y Omar Hasan terminó apoyando una nueva conquista. En un partido caaaaliente, donde los tackles altos y los pisotones estuvieron a la orden del día, la jugada clave llegó al cierre del primer tiempo: una sucesión de ataques que duró 7 u 8 minutos (me hizo acordar al final del partido con Irlanda en el 99) en el que Los Pumas defendieron con uñas y dientes --a centímetros de su propio ingoal-- esa ventaja de 14 puntos con la que se fueron al entretiempo.
En el complemento el local siguió yendo, pero en dos contras letales Argentina liquidó el asunto con tries de Martín Aramburu y Corleto. Francia consiguió el try del honor y luego otro try de Contepomi le puso cifras definitivas al marcador. Final entonces para Los Pumas en un Mundial que quedará para siempre en la historia del rugby argentino.
También es el final para la Generación Dorada del rugby, un grupo de hombres liderados por Agustín Pichot que pusieron la bandera celeste y blanca en lo más alto del Planeta Rugby. Ojalá esto sea el punto de partida para una época plagada de éxitos, que este históico tercer puesto sirva de envión para que Los Pumas terminen de una vez por todas de acomodarse en el lugar que se merecen, el que se han ganado a base de garra, corazón y mucho talento.
Y para ustedes, David, Daniel, un consejo: sigan así, ya van a tener su lugar en Una Noticia por Día...

jueves, 18 de octubre de 2007

Ranking: Jugadores que te pagan la entrada

Mañana tengo parcial, con lo cual hay poco tiempo para dedicarle a Una Noticia por Día. Como la actualidad de la jornada no entregó mucha tela para cortar, se me ocurrió hacerlos trabajar un poco a ustedes.

Lo que sigue es un ranking alfabético y arbitrario de jugadores (todos ellos argentinos y en actividad) que por su manera de jugar "te devuelven el precio de la entrada". Los invito entonces, queridos lectores, a elegir a sus propios candidatos, no necesariamente en actividad y no necesariamente argentinos.
  • Agüero, Sergio
  • Díaz, Damián
  • Escudero, Damián
  • Lavezzi, Ezequiel
  • Mascherano, Javier
  • Messi, Lionel
  • Montenegro, Daniel
  • Ortega, Ariel
  • Riquelme, Juan
  • Tévez, Carlos

Yo puse a los 10 primeros que se me vinieron a la cabeza, ustedes pueden pensarlo un poco más: ¿por qué jugador pagarías una entrada sólo para verlo?

miércoles, 17 de octubre de 2007

Jugaron todos para el guerrero

Los diarios de mañana dirán que Guillermo Cañas derrotó 6-3, 3-6 y 7-5 a Agustín Calleri en un atrapante duelo de argentinos y avanzó así a los octavos de final del Masters Series de Madrid. Mencionarán también que la victoria estuvo enmarcada dentro de una jornada altamente positiva para la Legión, jornada que incluyó los triunfos de David Nalbandian sobre el checo Tomás Berdych (4-6, 6-4 y 7-6 (7-2) luego de ir 0-4 en el segundo set) y de Juan Martín del Potro (6-7 (4-7), 6-4 y 6-3) sobre el español Tommy Robredo.
Sin embargo, el éxito del hombre de Tapiales encierra algo más que lo que mañana comentarán los periódicos: una ilusión contenida, avalada por los resultados de hoy. Decíamos hace un tiempo en Una Noticia por Día que las posibilidades de su acceso a la Copa Masters eran limitados. Quedan 250 puntos en juego y Willy está 48 por debajo del alemán Tommy Haas, octavo y último preclasificado.
Pero... el destino le hizo un guiño: todos, absolutamente todos los que están por delante de él peleando por el octavo lugar ya quedaron afuera del torneo. Haas, Robredo, Blake, Gasquet, Berdych, Ljubicic, Moyá, Chela y Youzhny ya fueron eliminados (muchos de ellos hoy), lo que significa que todos los puntos que sume de aquí hasta el domingo serán ganancia pura. De hecho, en caso de llegar a la final Cañas se ubicaría octavo, siempre que Andy Murray no salga campeón.
Claro que este razonamiento tiene un inconveniente: mañana, en el tercer turno de la cancha central, el guerrero tendrá como rival al suizo Roger Federer, número uno del mundo desde febrero del 2004. ¿Podrá Cañas derrotar por tercera vez en el año al indestructible Roger? ¿Logrará su compatriota Juan Mónaco derrotar a Fernando González (7° en la carrera) para darle una mano? ¿Habrá un argentino en Shangai, como viene ocurriendo siempre desde el 2003?
Muchos interrogantes y aún es muy pronto para responderlos. Habrá que esperar al menos hasta mañana...

martes, 16 de octubre de 2007

El Cuento del Día: Me van a tener que disculpar

Mientras Argentina termina con el trámite de ganarle a Venezuela, y mientras me sigo debatiendo entre levantar la sección o esperar a que los lectores vuelvan a mandar sus cuentos, aquí les dejo un relato de Eduardo Sacheri, un gran cuentista argentino. Se llama "Me van a tener que disculpar", está dedicado a un tal Diego y fue la historia que me hizo enamorarme de la obra de Sacheri.
Disfrútenla.
Me van a tener que disculpar

Me van a tener que disculpar. Yo sé que un hombre que pretende ser una persona de bien debe comportarse según ciertas normas, aceptar ciertos preceptos, adecuar su modo de ser a determinadas estipulaciones convenidas por todos. Seamos más explícitos. Si uno quiere ser un tipo coherente debe medir su conducta, y la de sus semejantes, siempre con la misma e idéntica vara. No puede hacer excepciones, pues de lo contrario bastardea su juicio ético, su conciencia crítica, su criterio legítimo.
Uno no puede andar por la vida reprobando a sus rivales y disculpando a sus amigos por el sólo hecho de serlo. Tampoco soy tan ingenuo como para suponer que uno es capaz de sustraerse a sus afectos y a sus pasiones, que uno tiene la idoneidad como para sacrificarlos en el altar de una imparcialidad impoluta. Digamos que uno va por ahí intentando no apartarse demasiado del camino debido, tratando de que los amores y los odios no le trastoquen irremediablemente la lógica.
Pero me van a tener que disculpar, señores. Hay un tipo con el que no puedo. Y ojo que lo intento. Me digo: no puede haber excepciones, no debe haberlas. Y la disculpa que requiero de ustedes es todavía mayor, porque el tipo del que hablo no es un benefactor de la humanidad, ni un santo varón, ni un valiente guerrero que ha consolidado la integridad de mi patria. No, nada de eso. El tipo tiene una actividad mucho menos importante, mucho menos trascendente, mucho más profana. Les voy adelantando que el tipo es un deportista. Imagínense, señores. Llevo escritas doscientas sesenta y tres palabras hablando del criterio ético y sus limitaciones, y todo por un simple caballero que se gana la vida pateando una pelota. Ustedes podrán decirme que eso vuelve mi actitud todavía más reprobable. Tal vez tengan razón. Tal vez por eso he iniciado estas líneas disculpándome.
No obstante, y aunque tengo perfectamente claras esas cosas, no puedo cambiar mi actitud. Sigo siendo incapaz de juzgarlo con la misma vara con la que juzgo al resto de los seres humanos. Y ojo que no sólo no es un pobre muchacho saturado de virtudes. Tiene muchos defectos. Tiene tal vez tantos defectos como quien escribe estas líneas, o como el que más. Para el caso es lo mismo. Pese a todo, señores, sigo sintiéndome incapaz de juzgarlo. Mi juicio crítico se detiene ante él, y lo dispensa.
No es un capricho, cuidado. No es un simple antojo. Es algo un poco más profundo, si me permiten calificarlo de ese modo. Seré más explícito. Yo lo disculpo porque siento que le debo algo. Le debo algo y sé que no tengo forma de pagárselo. O tal vez ésta sea la peculiar moneda que he encontrado para pagarle. Digamos que mi deuda halla sosiego en este hábito de evitar siempre cualquier eventual reproche.
El no lo sabe, cuidado. Así que mi pago es absolutamente anónimo. Como anónima es la deuda que con él conservo. Digamos que él no sabe que le debo, e ignora los ingentes esfuerzos que yo hago una vez y otra por pagarle.
Por suerte o por desgracia, la oportunidad de ejercitar este hábito se me presenta a menudo. Es que hablar de él, entre argentinos, es casi uno de nuestros deportes nacionales. Para enzalzarlo hasta la estratosfera, o para condenarlo a la parrilla perpetua de los infiernos, los argentinos gustamos, al parecer, de convocar su nombre y su memoria. Ahí es cuando yo trato de ponerme serio y distante, pero no lo logro. El tamaño de mi deuda se me impone. Y cuando me invitan a hablar prefiero esquivar el bulto, cambiar de tema, ceder mi turno en el ágora del café a la tardecita. No se trata tampoco de que yo me ubique en el bando de sus perpetuos halagadores. Nada de eso. Evito tanto los elogios superlativos y rimbombantes como los dardos envenenados y traicioneros. Además, con el tiempo he visto a más de uno cambiar del bando de los inquisidores al de los plañideros aplaudidores, y viceversa, sin que se les mueva un pelo. Y ambos bandos me parecen absolutamente detestables, por cierto.
Por eso yo me quedo callado, o cambio de tema. Y cuando a veces alguno de los muchachos no me lo permite, porque me acorrala con una pregunta directa, que cruza el aire llevando específicamente mi nombre, tomo aire, hago como que pienso, y digo alguna sandez al estilo de «y, no sé, habría que pensarlo»; o tal vez arriesgo un «vaya uno a saber, son tantas cosas para tener en cuenta». Es que tengo demasiado pudor como para explayarme del modo en que aquí lo hago. Y soy incapaz de condenar a mis amigos al tórrido suplicio de escuchar mis argumentos y mis justificaciones.
Por empezar les tendría que decir que la culpa de todo la tiene el tiempo. Sí, como lo escuchan, el tiempo. El tiempo que se empeña en transcurrir, cuando a veces debería permanecer detenido. El tiempo que nos hace la guachada de romper los momentos perfectos, inmaculados, inolvidables, completos. Porque si el tiempo se quedase ahí, inmortalizando a los seres y a las cosas en su punto justo, nos libraría de los desencantos, de las corrupciones, de las ínfimas traiciones tan propias de nosotros los mortales.
Y en realidad es por ese carácter tan defectuoso del tiempo que yo me comporto como lo hago. Como un modo de subsanar, en mis modestos alcances, esas barbaridades injustas que el tiempo nos hace. En cada ocasión en la cual mencionan su nombre, en cada oportunidad en la cual me invitan al festín de adorarlo y denostarlo, yo me sustraigo a este presente absolutamente profano, y con la memoria que el ser humano conserva para los hechos esenciales me remonto a ese día, al día inolvidable en que me vi obligado a sellar este pacto que, hasta hoy, he mantenido en secreto. Un pacto que puede conducirme (lo sé), a que alguien me acuse de patriotero. Y aunque yo sea de aquellos a quienes desagrada la mezcla de la nación con el deporte, en este caso acepto todos los riesgos y las potenciales sanciones.
Digamos que mi memoria es el salvoconducto para volver el tiempo al lugar cristalino del cual no debió moverse, porque era el exacto sitio en que merecía detenerse para siempre, por lo menos para el fútbol, para él y para mí. Porque la vida es así, a veces se combina para alumbrar momentos como ése. Instantes después de los cuales nada vuelve a ser como era. Porque no puede. Porque todo ha cambiado demasiado. Porque por la piel y por los ojos nos ha entrado algo de lo cual nunca vamos a lograr desprendernos.
Esa mañana habrá sido como todas. El mediodía también. Y la tarde arranca, en apariencia, como tantas otras. Una pelota y veintidós tipos. Y otros millones de tipos comiéndose los codos delante de la tele, en los puntos más distantes del planeta. Pero ojo, que esa tarde es distinta. No es un partido. Mejor dicho: no es sólo un partido. Hay algo más. Hay mucha rabia, y mucho dolor, y mucha frustración acumuladas en todos esos tipos que miran la tele. Son emociones que no nacieron por el fútbol. Nacieron en otro lado. En un sitio mucho más terrible, mucho más hostil, mucho más irrevocable. Pero a nosotros, a los de acá, no nos cabe otra que contestar en una cancha, porque no tenemos otro sitio, porque somos pocos, porque estamos solos, porque somos pobres. Pero ahí está la cancha, el fútbol, y son ellos o nosotros. Y si somos nosotros el dolor no va a desaparecer, ni la humillación ha de terminarse. Pero si son ellos. Ay, si son ellos. Si son ellos la humillación va a ser todavía más grande, más dolorosa, más intolerable. Vamos a tener que quedamos mirándonos las caras, diciéndonos en silencio «te das cuenta, ni siquiera aquí, ni siquiera esto se nos dio a nosotros».
Así que están ahí los tipos. Los once nuestros y los once de ellos. Es fútbol, pero es mucho más que fútbol. Porque cuatro años es muy poco tiempo como para que te amaine el dolor y se te apacigüe la rabia. Por eso no es sólo fútbol.
Y con semejantes antecedentes de tarde borrascosa, con semejante prólogo de tragedia, va este tipo y se cuelga para siempre del cielo de los nuestros. Porque se planta enfrente de los contrarios y los humilla. Porque los roba. Porque delante de sus ojos los afana. Y aunque sea les devuelve ese afano por el otro, por el más grande, por el infinitamente más enorme y ultrajante. Porque aunque nada cambie allá están ellos, en sus casas y en sus calles, en sus pubs, queriéndose comer las pantallas de pura rabia, de pura impotencia de que el tipo salga corriendo mirando de reojito al árbitro que se compra el paquete y marca el medio.
Hasta ahí, eso solo ya es historia. Ya parece suficiente. Porque le robaste algo al que te afanó primero. Y aunque lo que él te robó te duele más, vos te regodeas porque sabes que esto, igual, le duele. Pero hay más. Aunque uno desde acá diga bueno, es suficiente, me doy por hecho, hay más. Porque el tipo además de piola es un artista. Es mucho más que los otros.
Arranca desde el medio, desde su campo, para que no queden dudas de que lo que está por hacer no lo ha hecho nadie. Y aunque va de azul, va con la bandera. La lleva en una mano, aunque nadie la vea. Empieza a desparramarlos para siempre. Y los va liquidando uno por uno, moviéndose al calor de una música que ellos, pobres giles, no entienden. No sienten la música, pero sí sienten un vago escozor, algo que les dice que se les viene la noche. Y el tipo sigue adelante.
Para que empiecen a no poder creerlo. Para que no se lo olviden nunca. Para que allá lejos los tipos dejen la cerveza y cualquier otra cosa que tengan en la mano. Para que se queden con la boca abierta y la expresión de tontos, pensando que no, que no va a suceder, que alguno lo va a parar, que ese morochito vestido de azul y de argentino no va a entrar al área con la bola mansita a su merced, que alguien va a hacer algo antes de que le amague al arquero y lo sortee por afuera, de que algo va a pasar para poner en orden la historia y que las cosas sean como Dios y la reina mandan, porque en el fútbol tiene que ser como en la vida, donde los que llevan las de ganar ganan, y los que llevan las de perder pierden. Se miran entre ellos y le piden al de al lado que los despierte de la pesadilla. Pero no hay caso, porque ni siquiera cuando el tipo les regala una fracción de segundo más, cuando el tipo aminora el vértigo para quedar de nuevo bien parado de zurdo, ni siquiera entonces van a evitar entrar en la historia como los humillados, los once ingleses despatarrados e incrédulos, los millones de ingleses mirando la tele sin querer creer lo que saben que es verdad para siempre, porque ahí va la bola a morirse en la red para toda la eternidad, y el tipo va a abrazarse con todos y a levantar los ojos al cielo. Y no sé si él lo sabe, pero hace tan bien en mirar al cielo.
Porque el afano estaba bien, pero era poco. Porque el afano de ellos era demasiado grande. Así que faltaba humillarlos por las buenas. Inmortalizarlos para cada ocasión en que ese gol volviese a verse una vez y otra vez y para siempre, en cada rincón del mundo. Ellos volviendo a verse una y mil veces hasta el cansancio en las repeticiones incrédulas. Ellos pasmados, ellos llegando tarde al cruce, ellos viéndolo todo desde el piso, ellos hundiéndose definitivamente en la derrota, en la derrota pequeña y futbolera y absoluta y eterna e inolvidable. Así que señores, lo lamento. Pero no me jodan con que lo mida con la misma vara con la que se supone debo juzgar a los demás mortales. Porque yo le debo esos dos goles a Inglaterra. Y el único modo que tengo de agradecérselo es dejarlo en paz con sus cosas. Porque ya que el tiempo cometió la estupidez de seguir transcurriendo, ya que optó por acumular un montón de presentes vulgares encima de ese presente perfecto, al menos yo debo tener la honestidad de recordarlo para toda la vida. Yo conservo el deber de la memoria.

lunes, 15 de octubre de 2007

El vóley no Liga una


El tema del blog no está para nada relacionado con el medio ambiente, pero de todas maneras nos sumamos al Blog Action Day, una saludable iniciativa que busca concientizar a la población acerca de los efectos del cambio climático. Tenemos un solo planeta, tratemos de cuidarlo. Pensalo…

Por otra parte, ya se lanzó la encuesta para que ustedes opinen quién será el ganador del Olimpia de Oro 2007. Está como siempre ubicada en la barra lateral, debajo de los anuncios. Si además de votar quieren fundamentar su elección, están invitados a dejar sus comentarios.

Hoy toca dar una mala noticia. Por lo que representa en sí misma y porque se confirmó en una fecha especial para este deporte, en el aniversario de un hecho que cambió la historia para siempre. Mientras Los Pumas piden a gritos que los acepten en el Tres o en el Seis Naciones, la selección argentina de vóley se quedó afuera de la edición 2008 de la Liga Mundial, la competencia anual más importante a nivel selecciones.

La imposibilidad de conseguir un contrato televisivo fue el motivo que marginó al conjunto dirigido por Jon Uriarte: no se arreglaron condiciones con ESPN, encargado de transmitir en los últimos años, y no apareció ningún interesado a tiempo para hacerse cargo de la televisación. El lugar dejado por Argentina será ocupado por España, flamante campeón europeo.

Es realmente una lástima que los chicos del vóley se queden sin Liga Mundial, ya que el proyecto del entrenador está orientado al largo plazo, y un torneo de semejante magnitud es el escenario perfecto para ir ensamblando el equipo y que los jóvenes vayan ganando experiencia ante las potencias mundiales. No se descarta que en la edición 2009 el vóley argentino regrese a la Liga, pero un año es un año, sobre todo si se trata de un año olímpico.


Lo curioso de la noticia es que se dio a conocer hoy, justo en el día en el que se celebran las bodas de plata de una de las gestas más memorables del vóley argentino. Hace 25 años, en el Luna Park, Argentina derrotó 3-0 a Japón (que lo había vencido en la fase inicial) y consiguió el 3° puesto del Mundial 1982, ganado por la Unión Soviética. Fue el único podio mundialista de la historia del país, logrado por el inolvidable equipo dirigido por el coreano Sohn, que contaba con figuras como Hugo Conte, Waldo Kantor y el propio Jon Uriarte.

Hay material en las divisiones juveniles para repetir esa actuación, pero sin la competencia todo se hace cuesta arriba…

domingo, 14 de octubre de 2007

Sudáfrica 2-Argentina 0


Dolor por partida doble tuvo el domingo en las huestes argentinas, y las coincidencias del destino quisieron que en ambos casos el verdugo tuviera la misma bandera. Por la mañana en Wentworth, Inglaterra, y por la tarde en París. Primero en golf y luego en rugby. Sudáfrica se quedó con toda la gloria a la que aspiraban los héroes argentinos y el sueño de ser campeones mundiales quedó trunco.

El primero en caer fue Angel Cabrera. El cordobés había llegado hasta la final del Mundial Match Play, esa modalidad golfística en la que no se toman en cuenta los golpes empleados sino que el ganador es el que más hoyos se lleva. El Pato suele desenvolverse bien en este terreno, pero hoy se encontró con un inspiradísimo Ernie Els, que lo derrotó por 6 y 4 (el sudafricano ganaba por 6 hoyos de distancia cuando quedaban 4 por disputarse) para quedarse con su séptimo título en este campeonato (récord).

"Espero que a Los Pumas les vaya mejor", dijo Cabrera tras la final. Lamentablemente no fue así. Tuvieron un desempeño aceptable, pero cometieron errores que una potencia mundial no perdona y terminaron cayendo por 37-13 ante los Springboks. A pesar de todo la selección quedó en la historia del rugby argentino y el viernes tendrá la chance de subirse al podio, cuando vuelva a enfrentar a Francia.

En Una Noticia por Día vamos más allá de la actualidad y los queremos hacer pensar. Tanto Los Pumas como Cabrera han sido los deportistas más destacados del año, pero no tuvieron éxito en sus empresas de hoy. La pregunta que se abre en este caso es: ¿quién será el ganador del Olimpia de Oro, el premio que otorga el Circulo de Periodistas Deportivos al mejor atleta del año? ¿Será alguno de Los Pumas? ¿Será el Pato? ¿Se lo llevará Luis Scola, líder espiritual de la selección de básquet que se clasificó para Pekín? ¿Es candidato Lionel Messi, admirado por todo el planeta fútbol? ¿O tal vez alguno de los boxeadores campeones mundiales?

El debate está abierto y pueden opinar a través de sus comentarios, o votando en la encuesta que vamos a lanzar mañana. Tienen tiempo para pensarlo...

Cada día te quiero más

¡I´m back, baby! Sí, para todos aquellos que no podían dormir por las noches (¿?), Una Noticia por Día está de vuelta. Gracias por el aguante, felicitaciones a todos los que resolvieron el acertijo (para los que no lo resolvieron, les dejo unos días más para pensarlo) y simplemente les digo que estén atentos, en cualquier momento se lanza un nuevo concurso que va a dar que hablar.
Para ir agarrando ritmo nuevamente, el post de hoy va a ser cortito. El equipo periodístico del sitio estuvo en el estadio Monumental presenciando la victoria 2-0 de Argentina sobre Chile, en el arranque de las Eliminatorias sudamericanas para el Mundial de Sudáfrica 2010. El equipo dirigido por Alfio Basile fue ampliamente superior, sacó diferencias a través de dos tiros libres de Juan Román Riquelme y mereció ganar por más goles.

No vamos a hacer sin embargo un análisis técnico del encuentro porque no tiene mucho sentido, teniendo en cuenta que el camino recién empieza y seguramente la selección terminará clasificándose. Sí me quiero detener en la relación jugadores-hinchada, que luego de la Copa América pasa por su mejor momento. Este equipo tiene feeling con la gente, y eso se nota.

Están los ídolos de la gente, el toqueteo en la mitada de cancha invita al ole permanente y la presencia del fenómeno Lionel Messi potencia todo. Un comentario al margen: es la primera vez que lo veo jugar en vivo a Messi, y mi humilde opinión es que ese chico hace cosas que no le vi hacer a nadie adentro de una cancha...

Volviendo al tema central, está claro que la gente se identifica con el estilo de juego. Riquelme es el número uno en el aplausómetro, seguido de cerca por Tévez y Messi. Más atrás aparece el ascendente Agüero y luego Javier Mascherano, ese león que hace emocionar a los espectadores con el simple detalle de dejar la vida en cada pelota.

Tal es el sentimiento de los fanáticos argentinos con los players del Coco, que casi ni se percataron que en el banco visitante estaba nada más y nada menos que Marcelo Bielsa. Recién a los 35 minutos del segundo tiempo, cuando la selección ya le había bajado la persiana al partido, se escuchó el "Bielsa, compadre...", poco amistoso con el técnico que le dio al país su primera medalla olímpica dorada en fútbol.

Ojalá este romance se mantenga, ojalá el apoyo externo potencie el rendimiento del equipo y ojalá esto sirva para que el famoso "Volveremos, volveremos..." que bajó de las tribunas sea una premonición.

Completando el panorama de la fecha, Uruguay goleó a Bolivia, Paraguay se llevó un empate de Lima y Venezuela dio la sorpresa con su victoria como visitante frente a Ecuador. ¿Podrá finalmente la Vinotinto completar su crecimiento con una clasificación mundialista? Sólo el tiempo lo dirá...

viernes, 5 de octubre de 2007

UNxD se toma vacaciones

Y sí, en algún momento tenía que pasar. Tal vez la noticia los sorprenda, tal vez no, pero lo cierto es que por una semana no habrá actualizaciones de Una Noticia por Día. ¿La razón? Su creador, o sea yo, viaja esta noche a Río de Janeiro a participar en el Campeonato Mundial de Juegos de Ingenio.


Espero que no se sientan muy decepcionados con la noticia, pero me resultaría imposible actualizar desde allá. De todas formas pueden seguir entrando, leer posts viejos, o intentar resolver el enigma planteado aquí. Se trata de descubrir quiénes son los niños de las fotos, actualmente consagrados futbolistas.


Algunas pistas:

  • Hay dos europeos y dos sudamericanos.
  • Tres actúan como delanteros y uno como volante.
  • Hay dos que actualmente son compañeros de equipo.
  • El de arriba a la izquierda es el más joven de los cuatro.
  • Hay tres que fueron campeones del mundo: uno con selección mayor, otro con selección juvenil y otro con su club.
  • Hay una pista más abajo, por si la necesitan.

Esto es todo, amigos, ojalá que extrañen la página (eso significaría que les gusta), pero no mucho así no sufren. Estén atentos a la vuelta (13 de octubre) porque se viene un concurso sensacional, con un premio que ni se imaginan...


Pista extra: las iniciales de los futbolistas son, en algún orden: T.H, H.C, L.M y D.B.

jueves, 4 de octubre de 2007

Un Excelente Futbolista: Agüero



Por si alguno no la agarró, las iniciales del título son UEFA y hacen referencia a ese torneo que nadie quiere jugar (es el descarte de la Champions) pero que todos quieren ganar, algo así como la Sudamericana, pero mucho más serio.

En ese contexto, Sergio Agüero volvió a dar otra demostración del gran momento que está atravesando. Está bien que enfrente estaba el modesto Erciyesspor de Austria, pero al Kun no le importó mucho: marcó dos goles para la goleada 5-0 del Atlético Madrid, que cerró la serie por 5-0 y avanzó a la siguiente fase. También se anotaron en el resultado Maxi Rodríguez y el uruguayo Diego Forlán.

Ahora el torneo sigue así: los 40 equipos que avanzaron se dividirán en 8 grupos de cinco. Juegan todos contra todos, clasifican los tres primeros de cada zona y a esos 24 conjuntos se suman 8 de los eliminados de la Champions para volver a armar la llave de eliminación directa con 32 equipos.





Esta foto la saqué de http://www.kunaguero.com/ y es del día del debut del Kun, el día en que Ruggeri pensó para sí: "Lo pongo 15 minutos y cuando se consagre yo puedo decir que lo hice debutar. Soy un fenómeno". Y yo le doy el gusto poniéndolo en la foto...

Después del paréntesis, volvemos a la Copa UEFA. A pesar de que la mayoría de los poderosos están en otro torneo, hay grandes en esta competición, como el Bayern Munich, o la Fiorentina, ambos ya instalados en la fase de grupos.

Sin embargo, hubo grandes sorpresas en esta primera ronda. Se quedó afuera el Ajax, ante el Dinamo Zagreb, y el Zaragoza, ante el Aris Salónica, pero lo peor llegó de la mano de los equipos italianos: tres de los cuatro (Sampdoria, Palermo y Empoli) fueron eliminados. Lamentable...

El que sigue en carrera es el Atlético, y el hombre que arruinó la reputación de Diego Crosa está cada vez más afilado, a 10 días del comienzo de las Eliminatorias. ¡Vamos Kun Agüero!

miércoles, 3 de octubre de 2007

Carrera a Shangai


Necesitaba un descanso, él mismo lo reconoció. Cabeza y cuerpo quemados por el exceso de partidos lo dejaron afuera del US Open en la segunda ronda. Tras un mes de descanso, el guerrero está de vuelta.
Guillermo Cañas retornó al circuito y lo hizo con un triunfo. Por la primera ronda del Abierto de Metz derrotó 7-6 (7-1) y 6-4 al ruso Mikhail Ledovskikh, 229° del ranking mundial. En la próxima fase enfrentará al austríaco Jurgen Melzer, que también (al igual que el ruso) vino desde la qualy.
A principios de año, el tenista de Tapiales se había puesto como objetivo terminar entre los 20 primeros del ránking. A medida que pasó el tiempo, Willy demostró que le sobraba paño para alcanzar esa meta y por eso se fijó un nuevo horizonte, que es el que lo ocupa por estos días: clasificar a la Copa Masters, que dará comienzo el 11 de noviembre.
La carrera por entrar al torneo más elitista del circuito entró en su recta final: quedan sólo cinco semanas de competencia y hay sólo tres clasificados: Roger Federer, Rafael Nadal y Novak Djokovic. Para las otras cinco plazas hay un puñado de aspirantes, entre los que se encuentra nuestro protagonista de la noticia de hoy.
Actualmente está lejos, muy lejos. Se ubica 17° con 265 puntos, 56 menos que el estadounidense James Blake, 8° y por lo tanto último clasificado si el cierre se hiciera hoy. Pero si algo nos enseñó Cañas es que nada es imposible. Ascendió en el ranking a velocidad supersónica, se metió como un rayo en el top 100 y en el top 20, y hasta se dio el lujo de tumbar al imbatible Roger Federer... ¡dos veces!
Por eso, a estar atentos en los próximos Masters Series de Madrid y París, donde se repartirán los últimos puntos gordos de la temporada, los que definen el asunto. Todo indica que, de no mediar lesiones, Andy Roddick y Nikolay Davydenko se van a meter entre los 8. David Ferrer hizo una gran temporada y también merece su lugar, pero de ahí para abajo no son ninguna garantía... así que abran paso, que ahí viene el guerrero, y cuando a este muchacho se le pone algo en la cabeza...
Antes de despedirme, un mensaje de esperanza: ¡bienvenida al mundo, Candela Ferrando!

martes, 2 de octubre de 2007

El cuento del Día: El Mister Peregrino Fernández

La histórica cifra de 53 visitas lograda ayer confirma el notable crecimiento que está experimentando el sitio. Sin embargo, es tiempo de hacer autocrítica: no prendió en la gente la convocatoria para que manden sus cuentos y nosotros los publiquemos.
Uniendo las dos cosas, se podría pensar que el llamado no tuvo éxito porque en esa época no entraba tanta gente a la página. Por eso vamos a relanzar la campaña: invitamos a todos aquellos lectores aficionados a la escritura a mandar sus cuentos a unanoticiapordia@gmail.com. Todos los días martes vamos a estar publicando un nuevo relato, si es que empiezan a llegar...

Mientras tanto, aquí les dejo un cuento que saqué del blog Libros Gratis. Se titula "El míster Peregrino Fernández" y lo escribió un tal Osvaldo Soriano, que escribía más o menos bien. Disfrutenlo.

El míster Peregrino Fernández

A Peregrino Fernández le decíamos el Mister por­que venía de lejos y decía haber jugado y dirigido en Cali, ciudad colombiana que en aquel pueblo de la Patagonia sonaba tan misteriosa y sugerente como Estrasburgo o Estambul.
Después de que nos vio jugar un partido que per­dimos 3 a 2 o 4 a 3, no recuerdo bien, me llamó aparte en el entrenamiento y me preguntó:
—¿Cuánto le dan por gol?
—Cincuenta pesos —le dije.
—Bueno, ahora va a ganar más de doscientos —me anunció y a mí el corazón me dio un brinco porque apenas tenía diecisiete años.
—Muy agradecido —le contesté. Ya empezaba a creerme tan grande como Sanfilippo.
—Sí, pero va a tener que trabajar más —me dijo enseguida—, porque lo voy a poner de back.
—Cómo que me va a poner de back —le dije, creyendo que se trataba de una broma. Yo había jugado toda mi vida de centro-delantero.
—Usted no es muy alto pero cabecea bien —insis­tió—; el próximo partido juega de back.
—Discúlpeme, nunca jugué en la defensa —dije—. Además, así voy a perder plata.
—Usted suba en el contragolpe y con el cabezazo se va a llenar de oro. Lo que yo necesito es un hombre que se haga respetar atrás. Ese pibe que jugó ayer es un angelito.
El angelito al que se refería era Pedrazzi, que esa temporada llevaba tres expulsiones por juego brusco.
Muchos años después, Juan Carlos Lorenzo me dijo que todos los técnicos que han sobrevivido tienen buena fortuna. Peregrino Fernández no la tenía y era terco como una muía. Armó un equipo novedoso, con tres defenso­res en zona y otro —yo— que salía a romper el juego. En ese tiempo eso era revolucionario y empezamos a empatar cero a cero con los mejores y con los peores. Pedrazzi, que jugaba en la última línea, me enseñó a desequilibrar a los delanteros para poder destrozarlos mejor. "¡Tócalo!", me gritaba y yo lo tocaba y después se escuchaba el choque contra Pedrazzi y el grito de dolor. A veces nos expulsaban y yo perdía plata y arruinaba mi carrera de goleador, pero Peregrino Fernández me pro­nosticaba un futuro en River o en Boca.
Cuando subía a cabecear en los corners o en los tiros libres, me daba cuenta hasta qué punto el arco se ve diferente si uno es delantero o defensor. Aun cuando se esté esperando la pelota en el mismo lugar, el punto de vista es otro. Cuando un defensor pasa al ataque está secretamente atemorizado, piensa que ha dejado la de­fensa desequilibrada y vaya uno a saber si los relevos están bien hechos. El cabezazo del defensor es rencoroso, artero, desleal. Al menos así lo percibía yo porque no tenía alma de back y una tarde desgraciada se me ocurrió decírselo a Peregrino Fernández.
El Mister me miró con tristeza y me dijo: —Usted es joven y puede fracasar. Yo no puedo darme ese lujo porque tendría que refugiarme en la selva. Así fue. Al tiempo todos empezaron a jugar igual que nosotros y los mejores volvieron a ser los mejores. Un domingo perdimos 3 a 1 y al siguiente 2 a 0 y después seguimos perdiendo, pero el Mister decía que estábamos ganando experiencia. Yo no encontraba la pelota ni llegaba a tiempo a los cruces y a cada rato andaba por el suelo dando vueltas como un payaso, pero él decía que la culpa era de los mediocampistas que jugaban como damas de beneficencia. Así los llamaba: damas de bene­ficencia. Cuando perdimos el clásico del pueblo por 3 a 0 la gente nos quiso matar y los bomberos tuvieron que entrar a la cancha para defendernos.
Peregrino Fernández desapareció de un día para otro, pero antes de irse dejó un mensaje escrito en la pizarra con una letra torpe y mal hilvanada: "Cuando Soriano esté en un equipo donde no haya tantos tarados va a ser un crack". Más abajo, en caligrafía pequeña, repetía que Pedrazzi era un angelito sin futuro.
Yo era su criatura, su creación imaginaria, y se refugió en la selva o en la cordillera antes de admitir que se había equivocado.
No volví a tener noticias de él pero estoy seguro de que con los años, al no verme en algún club grande, debe haber pensado que mi fracaso se debió, simplemente, a que nunca volví a jugar de back. Pero lo que más le debe haber dolido fue saber que Pedrazzi llegó a jugar en el Torino y fue uno de los mejores zagueros centrales de Europa.

lunes, 1 de octubre de 2007

Las perlitas de la fecha 11

Estoy contento! Finalmente esto está empezando a tomar color: más visitas, más comentarios... y quilombo. Sí, quilombo del bueno, o sea debate generado por las opiniones que se vierten en estas líneas y en las sucesivas expresiones de todos ustedes. Gracias a los que se copan con la idea, y por supuesto invito al resto a sumarse.




Toma color el blog, y toma color también el Torneo Apertura. Una fecha en la que sólo ganó uno de los primeros 9 (Banfield), lo que trajo como consecuencia una tabla de posiciones que se parece al subte de las 6 de la tarde: están todos apretaditos. Eso sí, a diferencia del subte, acá no se quiere bajar nadie...




Acá están las perlitas de la fecha 11, una jornada en la que otra vez, lamentablemente, los protagonistas volvieron a ser los árbitros (miren la carita de bueno que tiene Lunati, ¿no les inspira ternura?).

  • Decíamos que Banfield fue el único de los de arriba que ganó, y nada menos que a Independiente. Sin sus delanteros titulares lesionados, los goles los hicieron Barrales (reemplazante de ellos dos) y Luchetti, el arquero-goleador, máximo anotador del equipo en el torneo. El conjunto dirigido por Juan Manuel Llop es el único hasta aquí que no empató: ganó 6 (igual que Boca, el segundo) y perdió 5 (igual que Central, el último). Fiel reflejo de la ciclotimía del campeonato.
  • El que podía alcanzar al Rojo pero no lo logró fue Boca, que cayó 1-0 con Newell´s en Rosario. El conjunto dirigido por Miguel Angel Russo perdió 3 de los 5 encuentros que disputó como visitante, dos de ellos ante equipos dirigidos por Ricardo Caruso Lombardi, el único técnico en torneos cortos que venció 2 veces en un mismo torneo al club de la Ribera.
  • Otro que andaba con aspiraciones y no pudo conseguir una victoria fue River, que empató 3-3 con Rosario Central y por primera vez no ganó en su estadio. Tan mal anda el cuadro de la banda roja que hasta el destino le juega en contra: la figura de la cancha fue Damián Díaz, el pelado Díaz... La buena es que los tres goles los marcaron jugadores de las inferiores (Ríos, Buonanotte y el creyente Falcao), en otra demostración de su inagotable cantera.
  • Hay un dato que marca el presente millonario: con la victoria de San Lorenzo, quedó en el último lugar de la tabla imaginaria de los cinco grandes. La última vez que River fue el grande que menos puntos sumó fue en el Clausura 91, cuando el equipo dirigido por Daniel Passarella (sí, sí, el mismo que ahora) terminó 10° y los otros cuatro poderosos ocuparon el top 5 junto a Mandiyú de Corrientes.
  • Hablando de Corrientes, Hilario Navarro (un gran acierto de Costas) acabó una racha de 373 minutos sin recibir goles en Racing, que igualó 1-1 con Lanús y cortó una serie de tres victorias en fila. Su verdugo fue otro correntino, José Sand, que ya tiene 7 en el Apertura y está segundo en la tabla de goleadores.
  • Para terminar, una perlita internacional: jugadas 6 fechas, la liga española tiene 2 goleadores, y ambos son argentinos. Se trata de Lionel Messi y Sergio Agüero, cada uno con 5 tantos, para deleite de Alfio Basile. Como diría León Gieco: Coco chocho con los mocosos...

Pasó la 11°, se viene la 12°, esa fecha sandwich que sirve como previa para el Superclásico. A propósito, se cambió el horario para que la gente no se pierda el partido de Los Pumas ante Escocia. Simplemente clap, clap, clap, clap (aplausos).