Toda esta gente pasó por acá

viernes, 19 de octubre de 2007

Otra vez será, Francia


¡Pobre David! Me llamó hoy a la tarde y me dijo: "¿Me viste, no? Le pasé el trapo al fanfarrón ese de la vinchita, me merezco que escribas sobre mí". Al rato me llamó el colorado Vancsik, puntero del Abierto de Portugal, y me pidió por favor: "Dale, Placen, mirá que la estoy rompiendo, eh!". La verdad, los dos habían hecho méritos, pero esto es Una Noticia por Día y hoy hubo unos muchachos que se robaron la escena...
No contentos con haber humillado al local en el partido inaugural, de ganar invictos el grupo D la muerte y de superar a Escocia para meterse en semifinales por primera vez, Los Pumas cerraron su mejor Mundial de la historia con un broche de oro, o mejor dicho de bronce: vencieron 34-10 a Francia en el partido por el tercer puesto y mañana tendrán el orgullo de subirse al podio tras la final entre Sudáfrica e Inglaterra.
Nunca antes le habían marcado tantos tries a los galos (fueron cinco hoy), ni les habían anotado tantos puntos ni les habían sacado tanta diferencia. Como para demostrar también en los números (en el juego ya estaba claro hace rato) que merecen sumarse a alguna de las competencias anuales de elite, el Tres o el Seis Naciones.
El partido arrancó complicado, con un combinado francés que estaba decidido a llevarse por delante a los dirigidos por Loffreda. Pasaron al frente con un penal, pero Argentina logró empatar a través de Contepomi y fue el propio Felipe quien marcó y convirtió un try en la primera aproximación al ingoal.
Cuando Francia todavía estaba recuperándose del golpe, Vernet Basualdo recuperó una pelota crucial tras un intento de drop de Hernández que pegó en el palo y Omar Hasan terminó apoyando una nueva conquista. En un partido caaaaliente, donde los tackles altos y los pisotones estuvieron a la orden del día, la jugada clave llegó al cierre del primer tiempo: una sucesión de ataques que duró 7 u 8 minutos (me hizo acordar al final del partido con Irlanda en el 99) en el que Los Pumas defendieron con uñas y dientes --a centímetros de su propio ingoal-- esa ventaja de 14 puntos con la que se fueron al entretiempo.
En el complemento el local siguió yendo, pero en dos contras letales Argentina liquidó el asunto con tries de Martín Aramburu y Corleto. Francia consiguió el try del honor y luego otro try de Contepomi le puso cifras definitivas al marcador. Final entonces para Los Pumas en un Mundial que quedará para siempre en la historia del rugby argentino.
También es el final para la Generación Dorada del rugby, un grupo de hombres liderados por Agustín Pichot que pusieron la bandera celeste y blanca en lo más alto del Planeta Rugby. Ojalá esto sea el punto de partida para una época plagada de éxitos, que este históico tercer puesto sirva de envión para que Los Pumas terminen de una vez por todas de acomodarse en el lugar que se merecen, el que se han ganado a base de garra, corazón y mucho talento.
Y para ustedes, David, Daniel, un consejo: sigan así, ya van a tener su lugar en Una Noticia por Día...

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