Toda esta gente pasó por acá

miércoles, 20 de junio de 2007

Boca no se aburguesó


Aburguesamiento es una palabra muy utilizada en el ambiente del fútbol. La Real Academia Española la define como la acción y efecto de aburguesarse, o sea convertirse en burgués, "un ciudadano de la clase media y dirigente acomodado que se caracteriza por un cierto conformismo social". En el ambiente el término refiere a la actitud de un equipo que, luego de conseguir un objetivo importante, se relaja y baja la intensidad y el nivel de su juego.


Pues bien, señores, parece que Boca no entiende nada de aburguesamiento, porque no se cansa de ganar. Esta noche, lejos de especular con la ventaja de la ida, salió a atacar a Gremio, lo derrotó por 2-0 a Gremio en Porto Alegre para cerrar la serie final con un global de 5-0 y se consagró campeón de la sexta Copa Libertadores de su historia, la cuarta en las últimas ocho ediciones. Juan Román Riquelme anotó los dos goles, por si a alguien le quedaba alguna duda de que fue el mejor jugador del torneo, lejos.




Con la mística copera que le imprimió Carlos Bianchi, la filosofía del once de memoria que pregonaba Coco Basile y el orden táctico que agregó Russo, Boca sumó una nueva corona para consolidarse como Rey de Copas del Siglo XXI. Sí, para zanjar la discusión con los hinchas de Independiente, vamos a darle un siglo a cada uno: el XX a los de Avellaneda y el actual a los de la Ribera, que en 7 años y monedas ganaron más títulos internacionales (10) que en sus primeros años de vida (7).




Esta consagración tiene un mérito extra: si bien pasó zozobra en todas las series --incluso se llegó a poner en duda su clasificación en la primera ronda--, superó todos los mano a mano con muchísima autoridad y sin necesidad de recurrir a los penales, un argumento utilizado en numerosas oportunidades para menospreciar sus logros.




Dentro de la cancha el equipo estuvo liderado por el genial Juan Román Riquelme, el hombre capaz de todo. Capaz de eclipsar la previa de la final con un supuesto llamado a Basile para anunciar su vuelta a la selección. Capaz de hacer que se deje de hablar de la fortuna que se pagó por su préstamo para hablar de la fortuna que tienen los hinchas de Boca de disfrutarlo en su plenitud. Y capaz, con una pelota bajo su botín diestro, de hacer casi cualquier cosa...




Junto a él, cada uno aportó lo suyo: desde la seguridad de Caranta y sus defensores (sorprende el récord del Negro Ibarra, con 4 títulos en 4 Copas y una final de Champions League en el medio), el talento de Banega, el despliegue de Ledesma --la revelación del torneo--, la velocidad de Neri Cardozo a pesar de sus altibajos, el desequilibrio que aportó Palacio y los goles de Palermo, amenaza constante para los defensores rivales.




Así es que la historia se repitió, Boca dio otra vuelta olímpica en Brasil, sumó otro trofeo para sus abultadas vitrinas y consiguió un buen remedio para olvidar el affaire La Volpe.




Boca no se aburguesó, ni siquiera con el presidente burgués que tiene...




Como siempre están invitados a participar. Después de Riquelme, genio y figura, ¿quién fue el jugador más gravitante para Boca?

1 comentario:

Anónimo dijo...

Despues de Riquelme me parece que hay dos jugadores claves en Boca: Palermo y Palacio.
En primer lugar Palermo porque siempre que Boca tiene la soga al cuello, "El Elefante Blanco" aparece para sacar las papas del fuego, claro ejemplo es en el partido con Libertad en cancha boquense como para emepzar a abri la serie ante el Cucuta tam en la bombonera.
En el caso de Palacio, que a mi entender esta en el mismo pedestal que Palermo, si figura se enriquece debido a que es, fue y sera en el equipo donde este el jugador desequilibrante, ese que le tiras la pelota le decis inventa y èl crea magia, seas desde su velocidad como de su habilidad con la numero 5.

Otra vuelta Boca, la sexta esta en la Ribera...como hincha de River no me queda mas que felicitar a los de la vereda de enfrente y esperar al año que viene para ojala una pronta revancha para mi Glorioso River Plata
Abrazo Dieguito
Mati de Tea